SAM 5963Lacampa es un proyecto de Cáritas ubicado en el Barrio de la Inmobiliaria en Torrelavega. Este Barrio ha crecido mucho en población extranjera en los últimos años debido en gran medida a la mayor oferta de viviendas en alquiler y a que allí se encuentra un centro de acogida de la Cruz Roja. En la actualidad, de las aproximadamente  9000 personas que viven en él, 2000 son inmigrantes. Esta situación ha dado lugar a una realidad multicultural y multirracial que se ha producido en muy poco tiempo y ha modificado de forma muy importante el paisaje del barrio. Un cambio tan rápido es difícil de asimilar y en muchas personas produce un rechazo a lo diferente, tanto en los que acaban de llegar como en los que siempre han vivido aquí. 

Ante esto se pueden adoptar distintas posturas. Desde la indiferencia, que tiende a marginar por miedo a la pérdida de la propia identidad, pasando por los que creen que las personas que llegan deben abandonar su cultura y convertirse en “españoles de pura cepa” o la multiculturalidad, es decir “juntos pero no revueltos”, cada uno con su cultura y con su grupo pero sin mezclarse. Algunas personas de la Parroquia de La Asunción que se encuentra en la Inmobiliaria percibieron la necesidad de trabajar por un tipo de sociedad intercultural, bien distinta de las posturas anteriores, donde cada uno pueda mantener su idiosincrasia y, al mismo tiempo, mezclarse e integrarse socialmente. Como medio para poder ir acercándose a este objetivo, la creación  de espacios de encuentro donde poder  conocerse, ponerse cara, de forma que empiece a ser menos importante la procedencia o de qué color eres. El colectivo de “los inmigrantes” no existe, lo que hay son personas que llegan de sitios muy diversos y cada una es diferente. Con este fin comenzaron a organizar actividades deportivas, excursiones, charlas de interés general, talleres, actividades para niños, tertulias, días de diferentes países o regiones españolas, el día intercultural del libro donde cada uno puede mostrar relatos y literatura propios, etc.  Después de un tiempo de andadura, se acondicionó un local en la parroquia que hoy es el Centro Social Intercultural Lacampa donde, además de mantener las actividades, ofrece un lugar donde tomar un café, jugar un rato, compartir una charla, leer el periódico o simplemente estar. El Centro permanece abierto de miércoles a domingo de 18:00 a 21:00 horas y funciona con voluntarios.01022009577

Comencé a colaborar como voluntaria en Lacampa hace algo más de dos años. Hacía tiempo que había en mí una inquietud de acercarme a la realidad de la inmigración. Es un fenómeno muy amplio que incluye muchas situaciones. Sin embargo, cuando hablamos de él nos solemos referir a quienes llegan en situación de pobreza buscando un futuro que en sus lugares de origen no tienen, no incluimos a quienes vienen en una posición acomodada a estudiar o a ocupar un alto cargo en alguna empresa, aunque también son inmigrantes. En muchas ocasiones se les culpa de los males que nos aquejan, especialmente en estos tiempos de crisis: vienen a quitarnos el trabajo, a gastar los recursos de la Seguridad  Social, se quedan con las ayudas… y así podríamos seguir con una larga lista.

Dentro de la Comunidad Fe y Vida a la que pertenezco, nos sentíamos interpelados ante esto. El Proyecto Social Intercultural Lacampa nos dio la oportunidad de tomar contacto de tú a tú con algunas de esas personas que habían llegado a  España y en concreto a nuestra ciudad. Algún hermano de comunidad estaba participando ya de sus actividades. Me encantó la propuesta por su planteamiento. No es una labor de asistencia, que ya se lleva a cabo desde atención primaria de Cáritas. Se trata simplemente de acercarnos unos a otros, de conocernos y de creer que podemos crear una sociedad en la que todos tengamos cabida y vivir en armonía. No es un proyecto “para inmigrantes” en el que nosotros los autóctonos vamos a enseñarles o a darles lo que necesitan, es más bien la idea de crear juntos un modelo de sociedad plural y en armonía y, en todo caso, de cubrir áreas a las que no se esté dando respuesta desde otras entidades. Me encontré con un grupo de voluntarios muy acogedor y dinámico. El proyecto por su propio objetivo está en continua evolución, teniendo que buscar nuevas respuestas a medida que el proceso va variando. Desde el curso pasado,  se viene planteando la necesidad de buscar cauces que permitan el desarrollo de los diferentes países, de manera que la emigración pueda 

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ser realmente una opción y no la única salida para sobrevivir. Con este objeto hemos empezado a trabajar para dar a conocer el Comercio Justo y a través de él denunciar las injusticias de nuestro sistema económico. La denuncia de aquellas situaciones injustas, en concreto las relacionadas con las migraciones es parte necesaria del proyecto. Habitualmente la fiesta de Navidad y Año Nuevo está orientada en ese sentido y en ella todos salimos a la calle a realizar alguna actividad de este tipo. Dentro e este ámbito, hemos tenido algunas charlas sobre la nueva Ley de Extranjería y lo que va a suponer. En todo momento partiendo del Modelo de Acción Social de Cáritas, que como no podía ser de otra manera tiene a la persona como centro, no la productividad o la rentabilidad.SAM 5970

Una necesidad a la que creíamos no se estaba dando respuesta era en el ámbito religioso. En muchas ocasiones las personas inmigrantes que vienen, son católicas y para ellos su fe es verdadero sustento para su vida. Pero aquí no entienden las formas de las celebraciones y les resulta muy difícil vivir una fe compartida. En muchas ocasiones acaban acudiendo a otras iglesias donde se sienten más acogidos, y que les son más cercanas. Con este motivo, se propuso a Fe y Vida que una vez el mes trasladara su oración a los locales de Lacampa y pudiera acoger a quien se acercase. Creo que está siendo una bendición para nosotros y para aquellas personas que se han acercado.

En definitiva, el voluntariado en El Proyecto Social Intercultural Lacampa ha sido para mí una herramienta, sencilla pero efectiva para poder salir de mi misma y abrirme a quienes tengo cerca. Es también la constatación de que para vivir la vida Cristiana no hay que hacerse grandes cábalas, sino tomar en consideración lo que en cada momento se te presenta. Lo resumiría con una cita de Miqueas que me ha acompañado en los últimos años:

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“Se te ha dado a conocer, OH hombre, lo que es bueno, lo que el Señor espera de ti. Y es esto: practicar la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con tu Dios.” Miqueas 6,8.