Transimitir la visión de Fe y Vida

El último fin de semana del año tuvimos un retiro por navidad los jóvenes comprometidos de la comunidad. Fuimos doce jóvenes venidos del sur, centro y este de España para encontrarnos en Santander, en la casa Siquem. Nos había convocado Josué justo un mes antes. Recibimos un correo donde nos expresaba su deseo de transmitir la visión de Fe y Vida a los más jóvenes y así formar a los que, si Dios quiere y perseveramos, seremos los futuros líderes de la comunidad. Y en torno a este pilar se desarrollaron los interesantes temas que tratamos: el compromiso cristiano, la vida comunitaria y la inteligencia emocional. ¡Qué atractivo e importante!

Nos habían preparado un horario bastante equilibrado para esos tres días. ¡Hemos tenido tiempo para todo! Rezar juntos, compartir, ver una película, acudir a la asamblea en Torrelavega… ¡y convivir! Todo en un entorno de confianza y ambiente familiar, donde pudimos compartir nuestra experiencia y miedos, hacer preguntas y poner en común lo que suscitaba nuestro interior. Comenzábamos cada día con la oración comunitaria. Tuvimos el gran privilegio de contar con la colaboración del ministerio de música. Fueron momentos de gran paz y confianza en el Señor. De esta forma podíamos afrontar el día. Antes de comenzar con la primera sesión, Josué nos repartió una hoja con un pequeño cuestionario personal a cada uno. Era el punto de partida: conocernos, hacer introspección y analizarnos con humildad. Cinco preguntas directas que nos situaban para poder interiorizar los conceptos recibidos y así confrontarlos con nuestra propia vida.


Compromiso cristiano, vida comunitaria e inteligencia emocional

En la primera sesión de las cuatro recibidas hablamos de “Las áreas de competencia del cristiano”. Josué nos presentó el modelo de las cinco ces (carácter, competencia, confiabilidad, cooperación y compromiso) e hizo hincapié en la importancia de conquistarlas en nuestra vida aunque destaquemos más en unas que en otras. En la segunda sesión tratamos “Las actitudes disruptivas. Enfocando para superar”. Aquí, Josué enumeró un ilustrado listado de ciertas actitudes que nos separan de ser cristianos maduros, y recordó que a lo que aspira cualquier comunidad es a reflejar los frutos del Espíritu Santo en sus miembros y acciones. En la tercera sesión Jairo nos habló de “La excelencia para Dios” resaltando la importancia de que el centro de nuestras vidas sea Dios. ¡Aquí es donde entran en juego las prioridades personales! Y, entre otras cosas, nos delineó la figura del líder cristiano y las cinco disfunciones del trabajo en equipo. Por último, Josué trató la visión de Fe y Vida a través de la sesión “La esencia de la comunidad”. Nos acercó los signos que manifiestan el crecimiento de una comunidad y nos concretó los tres pilares en los que se entronca el carisma de nuestra comunidad.

Además de estas sesiones, tuvimos la oportunidad de ver la película “Rudy”, un joven que sueña con jugar en el equipo de fútbol americano de la universidad de Nôtre Dame. Y cada uno sacó sus propias conclusiones tras la formación recibida. Mi conclusión personal: la perseverancia es la clave del éxito (espiritual y humano). Y un poco en la línea de los sueños personales fue la asamblea del viernes en Torrelavega. Luis Priede nos habló de los famosos propósitos de año nuevo, ¡pero no los típicos propósitos! Se refirió a propósitos cristianos, ésos donde Dios esté presente. No lo hizo a modo teórico, sino que habló de sus propósitos cristianos para nuevo año y nos invitó a compartir los nuestros al finalizar. ¡Hubo de todo! Pero, lo más importante, cada uno reflejaba una actitud humilde y sinceridad en sus palabras.

Tiempo para divertirse

¡Y no puedo terminar esta pequeña crónica sin mencionar al ministerio de decoración! Gracias a Arantxa pudimos disfrutar de una gran fiesta hippie que organizaron en Siquem. Nos ambientó y decoró el cuarto de estar con telas, lámparas, velas, sofás y cojines al más estilo de los Jesus People. En esta fiesta compartimos nuestros dones musicales y pasamos un rato muy agradable.

Han sido tres días de trabajo en equipo, ¡hicimos un equipo de cocina y otro de limpieza! Organización que nos permitió degustar comida de alto nivel y poder disfrutar de un orden. También han sido tres días de conocernos y convivir en un mismo techo, ¡qué gran bendición es Siquem! Y, cómo no, han sido tres días de gratitud por todo lo recibido. ¡Hemos sido los protagonistas sin buscarlo! El foco y preocupación de toda la Comunidad.

Esto no ha hecho más que empezar, ¡rezad por nosotros!

Rocio Miralles