Durante los días 12, 13 y 14 de Agosto en Torrelavega se vivieron los DED (Días en las diócesis) donde aquellos jóvenes que más tarde se reunirían en Madrid con otros miles con motivo de las JMJ (Jornadas Mundiales de la juventud) pasaron un tiempo en nuestra diócesis. Fe y Vida se implicó en la organización de estos días, colaborando con el equipo local formado por los arciprestazgos de la Virgen Grande y Santa Juliana. Ayudamos en todo aquello que pudimos y tuvimos el placer de llevar las oraciones durante esos días.
Al principio no sabíamos cuantos jóvenes iban a venir, ni de que país, nos preocupaba el idioma, si podríamos acogerlos bien, poder compartir con ellos su experiencia, su fe, su cultura… Pero al final, fuimos bendecidos con 100 chicos, más o menos, de Puerto Rico que hablaban el mismo idioma y eso lo cambio todo. Desde el equipo local intuimos que eso iba a facilitar la convivencia entre esos chicos y los ciudadanos torrelavegenses que iban colaborar con esos días y así fue, no nos equivocamos…
Fueron días de Júbilo, de alegría, en los que todos estábamos contagiosamente contentos: las familias de acogida, los voluntarios, los párrocos,… Fueron días de bendición para este arciprestazgo. Fueron días en los que la gente de las parroquias pudo experimentar una fe viva a través de esos jóvenes, que hablaban, bailaban y vivían a Jesús, sin miedo, sin tapujos y lo más importante con alegría de ser cristianos. Durante estos tres días la gente se empapó de esa manera de vivir a Jesucristo.
Una vez pasado el verano, el equipo local nos volvimos a juntar y decidimos organizar una acción de gracias para dar gracias a Dios por todo lo vivido en esos días e invitamos a todas aquellas personas que, por una cosa u otra, habían sido testigos de lo vivido: por haber acogido, haber acompañado, haber ayudado en la organización, en las excursiones, en las oraciones, etc…
Nos juntamos el pasado 14 de Octubre en la parroquia de la Nueva Ciudad, uno de los barrios de Torrelavega, y se decidió hacer una celebración de la Palabra que culminó con los testimonios de dos personas que habían colaborado, expresando lo que esos días habían supuesto para sus vidas, un pequeño video con las fotos hechas esos días y muchos saludos y agradecimientos de parte de los jóvenes puertorriqueños a través de Facebook. Después, todos los que allí nos habíamos congregado, cenamos juntos recordando aquello que habíamos vivido…
Doy gracias a Dios por lo experimentado junto a mis hermanos durante este tiempo y le pido al Señor de todo corazón que esta fe, viva y contagiosa, que hemos intuido durante estos tres días en Torrelavega pueda llegar al corazón de mucha gente. Que no se quede únicamente en una anécdota. El seguimiento gozoso de Jesucristo y la experiencia de fe compartida con los hermanos no están reservados en exclusiva para los DED. Es algo que hay que vivir y profundizar en el día a día. ¡Aquí está el reto! Desde Fe y Vida así queremos vivirlo y, por nuestra parte, trabajaremos todo lo posible para que sea una realidad. Amén.
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