El pasado viernes parte del grupo de jóvenes viajamos hasta Granada para el retiro de jóvenes que iba a tener lugar alli. 

La acogida fue tan calurosa que olvidamos el frío del norte. Tras el reencuentro, la asamblea sirvió para recargar energías. 

Al día siguiente, después de una íntima oración, Luis nos compartió una receta sobre “La voluntad de Dios” y cómo conocerla. Por la tarde tuvimos un momento de “soaking” en el que pudimos resolver nuestras dudas, y entre risas, compartir experiencias sobre la comunidad. 

El tiempo vuela cuando te lo pasas tan bien. Aprovechamos nuestro último día para tener una barbacoa comunitaria y despedirnos de nuestros hermanos. 

Es impresionante lo que pasa cuando los de Cantabria se juntan con los de Granada, se crea algo indescriptible e inigualable, compartimos momentos especiales y vivimos tiempo de calidad. Nos damos cuenta del significado real de la fraternidad, y los kilómetros que nos suelen separar se quedan insignificantes.  ¡Qué agradecidos estamos por este fin de semana!.