Como muchos sabéis, en Valencia estamos preparando un Curso Alpha que organizamos junto a la Parroquia San Agustín. Lo estamos preparando con mucha ilusión y, si Dios quiere, lo empezaremos el próximo 23 de Marzo (miércoles).
Alpha es un método de evangelización, más en concreto es un método de primer anuncio. Esto quiere decir que se centra en transmitir aquellos aspectos de la fe cristiana que se consideran “la base” del cristianismo y desde los que después de puede construir el resto. Este primer anuncio abarca la vida, muerte, y resurrección de Jesús, el sentido de la oración y la Biblia, el Espíritu Santo, y otros temas relacionados con estos.
Llevo cuatro años organizando Cursos Alpha (algunos han sido un desastre absoluto y otros han funcionado mejor). Lo cierto es que yo conocí Alpha antes que la comunidad Fe y Vida, y me parecía interesante en este artículo contar la “filosofía” que tiene Alpha y que es totalmente compatible desde mi punto de vista con la visión de Fe y Vida. Por tanto, intento responder a esta pregunta: ¿Qué he aprendido de Alpha?:
Ponerse al nivel del “evangelizado”
Quizá esto es uno de los valores que más ha aportado Alpha a la Iglesia católica en España. Muchísimas parroquias son parroquias de “mantenimiento” en las que se parte de que “la gente ya es cristiana” y solo se explican cosas básicas en la catequesis de niños. Pero la realidad es que mucha gente asiste a la Iglesia, va a grupos, etc., sin tener una comprensión clara de, por ejemplo, por qué murió Jesús, o sin tener del todo claro si Jesús resucitó y, claro, esa es una fe que no va a ningún lado (no lo digo yo, lo dice San Pablo).
Ir en orden
Es importante en el cristianismo construir en orden. Primero la base y luego lo demás. Frecuentemente encontramos también en la Iglesia un montón de cursos “avanzados” sobre espiritualidad, retiros, charlas… sin que esté bien construida la base. Conozco muchos cristianos que se pierden en “moradas”, “mensajes de la virgen”, “estados espirituales”, “dones sobrenaturales” pero luego no son capaces de tener una vida seria de oración, o de pedir perdón a la gente que tiene cerca, o perdonar ellos mismo. Intentan saltarse los primeros pasos… y en el cristianismo no hay atajos. Si construyéramos edificios así, poco nos durarían, ¿no?
Nosotros no convertimos, convierte el Espíritu Santo
Muchos cristianos se creen que como tienen tan claras las cosas de Dios, son capaces de convencer a cualquiera. Normalmente esos cristianos son buenísimos en la teoría, pero cuando llega la práctica… En el libro de los hechos, por un discurso de San Pedro se convirtieron 3000. Nosotros, con 3000 discursos, si acaso se convierte 1. ¿Cuál era el secreto de los apóstoles? Pentecostés, el Espíritu Santo, dejarle actuar a Él y no ponerte tú como protagonista de la evangelización, sino tomar más bien un papel de “acompañante” o “ayudante” en esa labor.
Menos importancia de los testimonios
Esto es así porque vivimos en una sociedad postmoderna en la que el evangelizado postmoderno con frecuencia razona “eso te ha pasado a ti, pero a mí no, por lo tanto para mí no es verdad”. Con lo que los testimonios ya no funcionan tanto como antes. Es importante que cada uno pueda experimentar un poquito de Dios en su vida, no basta con solo escuchar cómo otros han experimentado a Dios (aunque tampoco hay que erradicar los testimonios del todo).
El evangelizado se debe sentir muy libre
Si no, a la larga, la obra se cae. Y es que en la Iglesia a veces somos famosos por lo pesados que somos. Insistimos, insistimos e insistimos. Pero, ¿Dónde está la atracción que sentía la gente por Jesús? Esto no quiere decir que no nos tomemos en serio a la gente, es más bien al contrario. “¿Quieres seguir a Jesús?” Si la respuesta es no, de nada sirve insistir. Si la respuesta es sí, entonces ya transmitiremos la “exigencia” del Evangelio, que ciertamente la tiene (por el choque de valores del Evangelio con la sociedad en que vivimos).
No evangelices si no tienes el siguiente paso preparado
Pongamos que hay cinco personas que, fruto de un Alpha u otra iniciativa de evangelización, se convierten y deciden que quieren poner a Jesús en el centro de su vida. ¿Tienes el tiempo y los recursos para alimentar espiritualmente a esas personas? No vale decir eso de “nosotros sembramos y luego ya Dios sabe”. No, Jesús no actuaba así. Los primeros cristianos no actuaban así. Esa mentalidad, disfrazada de “providencialismo”, realmente es falta de planificación, pereza y no querer ir al fondo de la cuestión. Si resulta que no tienes tiempo ni recursos para poder atender a esos cinco conversos, quizá no deberías ponerte a evangelizar. Es como ponerte a tener hijos sin tener una casa, alimentos para darles, un matrimonio fuerte que reciba a esos hijos…”yo tengo hijos y luego Dios los cuidará…”. Tristemente, ya sabemos cómo suelen acabar esos casos.
Estas cosas que he aprendido, aunque algunas fueron dolorosas de asumir y me costaron, creo que si se ponen en práctica, construyen una Iglesia más acogedora, más auténtica, más centrada en lo esencial. Y eso es lo que intentamos en Fe y Vida, ¿no? Por lo pronto, yo sigo organizando este próximo Alpha. ¡Rezad por mí y por todo el equipo organizador!
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