Hace unos meses recibí un WhatsApp de Sonia preguntándome si tenía posibilidad de ir a un Encuentro en Madrid. La misión era
compartir un tiempo junto a otros hermanos sobre algunos aspectos referentes a la Comunidad.
Ser embajador y representar, ante otras personas, la visión y la vida de un pueblo tan hermoso y maravilloso como es
Fe y Vida es todo un privilegio.
Por lo tanto, el pasado viernes 15 de abril nos dirigimos a la Sierra de Guadarrama en Madrid. Allí nos esperaba el Encuentro
Nacional de Ágape.Para quien no lo conozca, Ágape es una plataforma mundial Cristiana interdenominacional, comprometida con
anunciar el Evangelio de Cristo a todas las naciones (www.cru.org www.agape.org)
El Señor me sorprendió desde el primer momento. El ambiente de unidad fue algo palpable desde que llegamos al evento,
nada más aterrizar, aparcando justo a la misma hora y en el mismo lugar que nuestros hermanos Jairo, Sonia y Ainhoa,
con la pequeña Lía; fue un signo de comunión de todo lo que estaba por acontecer.
Por la noche, después de cenar, tuvimos un tiempo de oración muy orgánico. Una gran sala acogía a la gente que se distribuía
libremente en los diferentes ambientes establecidos. Unos oraban por otros, algunos se tomaban un tiempo a parte para escribir,
otros podían pintar sobre un lienzo, otros cantaban y daban tono musical a todo lo que sucedía, otros contemplaban una proyección
con imágenes de la hermosa creación de Dios, otros leían la Biblia y otros, como yo, mirábamos sin saber muy bien qué hacer, pero
teniendo esa sensación tan confortable de que Dios estaba presente, cercano y presto a abrazar a todo aquel que lo buscaba con el
corazón abierto.Y así, casi sin querer, el Señor salió a abrazarme a través de un canto que me persiguió a lo largo de todo el
encuentro y que calmó mi corazón con su brisa de Amor:
“Más allá de este momento quiero ver, y creer que no hay nada que temer, que Tú reinas sobre toda situación. Tú mi Dios, eres el Rey.
Nada contendrá ni abarcará Tu Amor, lo grande que eres Dios. Nunca llegaré a comprender Tu Amor, lo grande que eres Dios”
La mañana del sábado fue un vuelco en el corazón y una confirmación en el llamado a la unidad. Andreas Boppart (Responsable de Ágape en Suiza)
nos alentó a trabajar unidos “para que el mundo crea”. Hizo alusión a un militar Japonés que, tras 20 años desde que la guerra había terminado,
había permanecido escondido en las montañas y, durante todo este tiempo, ignoraba que el combate había finalizado y continuaba matando, buscando
a sus enemigos. Un general tuvo que localizarlo y comunicarle personalmente que la guerra había acabado, ya no tenía que buscar a ningún
enemigo ni matar a más gente. Con esta historia, nos hizo pensar en cómo, a veces, los mismos Cristianos, a pesar de las divisiones surgidas a
lo largo de los años, nos cuesta trabajo entender que este tiempo de diferencias y desacuerdos ya ha pasado. Ya no estamos en guerra, es tiempo
de caminar unidos. La división se ha terminado. Hemos de ser signo de unidad en Cristo Jesús.
Tras este tiempo de charla, pasamos a las entrevistas; en primer lugar, fue Alpha; tras ellos, los Responsables de Ágape Francia y, finalmente,
cerró la mesa de entrevistas Fe y Vida. En este tiempo pudimos soñar junto a muchos hermanos la visión que la Comunidad tiene para este país.
La acogida de la realidad comunitaria de Fe y Vida fue asombrosa entre los participantes del encuentro, pudimos seguir compartiendo entre pasillos
y comidas y ser testigos de cuánto Dios ha bendecido a este pueblo a lo largo de los años.
Destacar también el tiempo de encuentro que vivieron los niños. En particular, los nuestros, a pesar de no estar en su ambiente cotidiano, se
sintieron muy a gusto en todo momento, compartiendo también junto a otros pequeños las cosas de Dios. Fue un tiempo especialmente cuidado y atendido
para ellos.Nuestra hermana Ainhoa estuvo con los pequeños introduciéndolos en las parábolas de Jesús a través del método Godly Play. ¡Todo un lujo!
En la ultima comida pudimos compartir más a fondo con Nacho (Director y Responsable de Ágape España) y María su esposa. Les transmitimos nuestro
agradecimiento por la invitación recibida por su parte en nombre de la comunidad y se emocionaban de ver cómo realidades como Fe y Vida se estaban
levantando en la Iglesia Católica y eran conscientes de que el avivamiento para este país llegaría a través de comunidades de este tipo.
Para terminar estas letras, compartir la alegría y orgullo de ver cómo Dios está haciendo historia con nosotros. Ver al presentador del evento (Sam),
a su esposa e hijos (Rebekah, Alexander, Roberto y Keilah) y saber que formamos parte de la misma comunidad es el mayor signo visible de la Unidad con
la que estamos convencidos que el Señor sueña.
Antonio
Bonito testimonio, gracias por compartir señor Antonio! 🙂