Ayer, “Domingo de la Alegría”, nuestra hermana Melly entró en la Gloria, precisamente el día que se leía en la eucaristía Is. 61. Para todos nosotros es un día en el que se mezclan los sentimientos de tristeza, de esperanza e incluso aunque cueste decirlo, de alegría. Alegría porque Melly es la primera que ha llegado a la meta. Ella ya está en la casa del Padre disfrutando de su presencia, y aunque desde aquí nos cuesta ahora asimilarlo, ese es el objetivo último de nuestra existencia.
Pero estamos tristes también. Tristes porque dejaremos de tenerla a nuestro lado y eso después de tantos años y de tantas vivencias juntos no es fácil de encajar. Melly es Fe y Vida y Fe y Vida es Melly. En el corazón de la comunidad desde el principio, siempre ha tenido claro que este era su sitio mientras estuviese aquí en la tierra.
Melly es servicio, Melly es acogida, Melly es música, Melly es amor. Siempre te quiere un poco más de lo que tú la quieres a ella, siempre tiene una canción que cantar, siempre puede hacer algo más por ti de lo que tú haces por ella, siempre es capaz de inventarse algo rico para comer y siempre está dispuesta a echar una mano en lo que haga falta, aunque ella diga que se le da mal. Al final casi todo lo hace bien y lo que no, lo hace muy bien.
Melly es la Fe, Melly es la confianza, Melly es la perseverancia, Melly es la justicia. Muchos hemos crecido a su lado y su constancia siempre ha sido un apoyo y un ejemplo para todos. La hemos acompañado en sus “sies”, en sus cambios, en sus luchas, en sus decisiones. Y todo esto ha servido para que junto a ella todos creciésemos como personas y como cristianos.
Buscar la voluntad de Dios ha sido una constante durante toda su vida. A pesar de que esta no ha sido un camino de rosas, siempre se ha mostrado confiada en el amor infinito del Padre y en su mirada benevolente. En Melly siempre puedes confiar porque sabes que siempre va a estar ahí. Y ahora esa confianza cobra un sentido más profundo aún ya que estamos seguros que desde el cielo sigue cuidando de nosotros.
Han sido unas semanas complicadas porque todo ha sucedido muy rápido. Su diagnóstico, su deterioro… sin apenas tiempo para asimilar todo lo que estaba sucediendo, y en todo este proceso, aun con sus miedos y sus momentos de tristeza, Melly siempre se ha mostrado como es: solícita, pragmática, accesible, valiente… Su única preocupación era que todo lo que tenía entre manos quedara resuelto y a la vez seguir estando disponible para todos. Nos ha dado a una lección de cómo encarar la muerte y nos ha ayudado a ver que esto no era más que un cambio en nuestra relación. Ojala que dentro de poco podamos seguir disfrutando de su compañía, esta vez sin prisas, sin cansancios, sin heridas.
Muchas gracias por todo Melly.
P.D.: Solo nos queda agradeceros a todos vuestros mensajes de apoyo y de cariño durante estos últimos días. Y especialmente a su familia por dejarnos compartir con ella sus últimos momentos, aun a sabiendas de que el tiempo era escaso.
Un abrazo a todos de corazón.
Comunidad Católica Fe y Vida
Unidos en la esperanza de la resurrección. Descansa en paz. Un abrazo.
Besos melly
Te echaremos de menos, Melly, pero nos consuela saber que, cuando llegue el momento y tengamos que ir a la Casa del Padre, tu nos estarás esperando y nos tendrás preparada una estancia acogedora como siempre has hecho.
Yo tan solo quiero darte las gracias por todos los momentos que pude compartir contigo,que han sido muchos y muy importantes en mi vida. Gracias por tu cariño, por tu servicio, por tu sencillez, por tu acogida, por tu voz, tu guitarra y tus canciones, por tu humildad….por tu testimonio de vida. Yo sé que seguirás a nuestro lado, velando por todos y cada uno de nosotros, pero no puedo evitar sentir una enorme tristeza en mi corazón. Te mando un beso muy fuerte .
Rezamos por ti, Melly; nos has cuidado mucho, ahora los ángeles te van a mimar.
Ahora que escuchas los corazones, ahora que no podemos ocultarte nada, ahora que sabes lo importante que eres y lo mucho que te queremos, ahora necesitamos mas que nunca tu lucidez para entender, tu sabiduría para “aterrizar”, tu compromiso para acoger, tu amor para estar en paz y tu fuerza para continuar. Me guardo como un tesoro los momentos que pudimos compartir, fuiste un ángel y lo ocultaste, sencilla y cabal, sin hacer ruido nos hiciste cantar y danzar a todos…tu vas por delante…hasta pronto Melly.
Volveremos a vernos en la gran fiesta del cielo, cantaremos y alabaremos sin cesar, en los brazos del Padre. Gracias por todo, Melly!
D.E.P. fuiste dejando huella en todos nosotros, a pesar de querer siempre pasar desapercibida, te queremos y nunca te olvidaremos. Siempre fuiste un ejemplo de vida. Gracias Melly.
Un gran abrazo de paz y unidad desde el planeta tierra donde nos encontramos ahora… pero muy pronto llegaremos a nuestra morada celestial… gracias a Jesucristo que nos preparó un lugar junto a É!!!l y allí te veremos y te daremos un abrazo eterno. Malena y Ludy . te recordamos con todo el cariño Melly.
[…] final hubiera sido totalmente diferente, pero lo vivía con confianza. Me acordaba mucho de nuestra Melly. Se me venía a la cabeza la cantidad de gente que ha muerto en esta pandemia sin esperanza, rezaba […]