AidaHe degustado el sabor de la unidad de los cristianos esta semana en Londres. Y tiene un sabor increíble, exótico, completo, capaz de saciar los más exigentes paladares. Durante dos días he vivido la experiencia más intensa de mi vida: el amor de Dios y el soplo del Espíritu Santo hacia la unidad de los cristianos, durante la HTB Leadership Conference.

La iglesia anglicana Holy Trinity Brompton, liderada por el pastor Nicky Gumbel, ha organizado las conferencias en el Royal Albert Hall, dando a todos los cristianos la oportunidad de alzar una sola voz hacia Dios: “Padre, que seamos uno para que el mundo crea”: esa fue su oración, nuestra oración al empezar el gran evento. Me encantó el carisma de este hombre, su sonrisa cariñosa mostraba empatía hacia todos sus invitados, todos, tanto líderes cristianos, como expresidiarios convertidos. Presentó al arzobispo de Canterbury, Justin Welby, el líder de la iglesia anglicana como “un buen amigo”, y conversaron en una entrevista personal profunda e íntima, frente a 4500 participantes de 86 países.

Para mi sorpresa, invitó a católicos como al Cardenal Schönborn, arzobispo de Viena, quien nos cautivó a todos con sus palabras de unidad: “con una sola voz podremos decir al mundo ”. Schönborn contribuyó a estrechar lazos entre anglicanos y católicos con su gracioso comentario “¿no es curioso el increíble parecido entre el arzobispo de Canterbury y el Papa Francisco I?” ¡Todos nos reímos y aplaudimos su genialidad! Él percibe, en efecto, que el Espíritu Santo está ahora soplando en una nueva dirección, una dirección que apunta a la unidad. Mi corazón ardió con sus palabras de aliento. P1040965

Eleanor Mumford me dejó perpleja, pues su edad no correspondía con la juventud de su voz, con la fuerza de su mirada, con la extraordinaria energía de sus palabras. Ella nos habló del poder del Espíritu Santo, y realmente pudimos verlo hecho realidad en su propia persona. Y cuando todos invocamos al Espíritu… aún se me pone la piel de gallina. ¡Qué clamor tan impresionante!

Desde los Estados Unidos recibimos a Bill Hybels, el pastor de la extensa comunidad de Willow Creek, en Chicago.  Nos regaló con su larga experiencia como líder cristiano, con su buen humor americano, nos abrió los ojos a la importancia de la formación y cuidado que precisa el equipo que lidera a una comunidad cristiana. Me reí mucho cuando dijo: “tenéis que identificar y cuidar a las que son aquellas que os harían vomitar de susto si os dijeran que ¡abandonan el equipo!” ¡Qué hombre tan valioso, tan inspirador!
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Y también recibimos al joven pastor Steven Furtick de la Iglesia Elevation Church (Carolina del Norte), valiente líder de 12000 feligreses, muy bendecido por Dios, lleno de talento, un showman del Señor cuyas intervenciones han marcado decididamente mi vida como cristiana. Sus predicaciones aquí y en Hillsong London se han grabado en mi corazón. ¡Gracias, Steven, Dios te siga bendiciendo!

En estas conferencias no pudimos obviar el grave ataque contra el matrimonio y contra la mujer que sufrimos en la sociedad de nuestros días. Christopher West, un reconocido teólogo que divulga la extensa Teología del Cuerpo de Juan Pablo II, me hizo comprender el porqué: al enemigo no le gusta que el hombre y la mujer se hagan un solo cuerpo, como lo es Cristo con su Iglesia. Ahora comprendo por qué tanta publicidad para modelar a las mujeres en contra de la maternidad: pues el verdadero propósito del matrimonio, los hijos, le recuerdan al maligno que Dios se hizo bebé, suave e indefenso, en el vientre de su mamá María. Amador Jairo_y_Aida_HTB_coffee_break

Y para acabar, dos seminarios sobre la alabanza, worship, como se dice en inglés. La crème de la crème sobre el tema: Tim Hughes, me sorprendió su juventud y la capacidad de vencer su timidez cada vez que sube al escenario. Martin Smith, el líder de Delirious, tan moderno, con esa voz educada que dedica a Dios, es toda una inspiración para mí. Matt Maher, cantante y compositor americano ¡católico!, con una voz potentísima, ¡me encantó! Y la dulce Darlene Zchech, de Hillsong Australia, ¡que ya tiene nietos! pero su encantadora presencia y exquisita voz superan a cualquier estrella de la música comercial. Todos comparten su necesidad imperiosa de cantar y alabar al Señor, son nuestra inspiración…

En estos dos días he escuchado, reído, cantado, llorado, alabado y saltado de alegría, con Jairo, Amador, Raquel, Joan Carles y David, y con hermanos de todo el mundo que completan el mosaico del cuerpo de Cristo. Pero sobre todo hemos rezado al unísono, invocado al Espíritu de Dios en un solo idioma, no me refiero al inglés, sino al idioma de la unidad de los cristianos. Y mi vasija de barro ha sido aumentada por Dios y llenada del agua de vida por el Espíritu Santo, gratuitamente y sin esperarlo. Gracias, hermanos de Granada, por enviarme, gracias Señor por encontrarme, por dejarme atisbar cuánto nos amas. He percibido parte de ese amor inmenso que nos tienes, y me hace entender que entregases tu vida por nosotros, pequeños nosotros. El sabor de la unidad es único y sorprendente, me gustaría paladearlo otra vez, Señor, pero de forma definitiva. Tú lo deseabas mucho antes que yo, y ese último deseo tuyo lo está soplando Tu Espíritu en este precioso mundo que clama por ti. ¡Gracias, Señor!

Aida M. Ayuso Oliva