El fin de semana del 17 al 19 de octubre cinco hermanos de la comunidad asistimos a “Presencia”, el encuentro europeo de 24/7, que este año se celebró en Madrid. A grandes rasgos, 24/7 es un movimiento que se dedica a abrir salas de oración en las que se reza 24 horas al día, siete días a la semana. Esta iniciativa ha ido implantándose en miles de iglesias evangélicas y algunas parroquias católicas a lo largo del mundo.

Llegamos el viernes en plena oración, a la que nos sumamos. No sé cómo describirla. Lo poco que conozco sobre el mundo evangélico lo he aprendido en la comunidad. Y nada de lo que había visto hasta entonces se parecía vagamente a lo que estaba pasando en aquella sala. Jairo nos informó de que estaban orando por la situación de Oriente Medio y por los cristianos perseguidos. Eso daba sentido a la pasión con la que se estaba rezando. Recordé que el Papa Francisco había dicho en una entrevista que hoy en día existe lo que él llama el ecumenismo de la sangre. En la persecución no importa bajo que iglesia o denominación se siga a Cristo, hay personas que mueren sólo por llevar una cruz o tener una Biblia. Y lo sentí así. Éramos hermanos pidiendo al Padre por otros hermanos. Al día siguiente, Pete Greig, el fundador de 24/7, comentó que nunca había visto una oración tan salvaje en toda la historia del movimiento y, he de confesar que fue un alivio saber que no todas las oraciones iban a ser como aquella, es muy difícil rezar cuando estás estupefacta.

Buena parte del encuentro se dedicaba a orar unos por otros. Distintas personas daban testimonio sobre la labor de evangelización que estaban llevando a cabo, y se pedía a la asamblea que rezara por ellos. Las iniciativas eran de lo más variadas. Me resultaron especialmente llamativas dos: una que se dedica a abrir salas de oración en colegios en Inglaterra porque me parece impensable que algo semejante se pudiera hacer en España y una pequeña comunidad en Irlanda que ora por la convivencia pacífica y la unidad de los cristianos de su zona, por el sufrimiento que trasmitían cuando hablaban de la situación de su barrio. No deja de sorprender cómo la oración te hace partícipe de realidades tan distintas a la tuya.


Finalizado el tiempo de oración, se abordaba un tema en una charla. La del sábado corría a cargo de Pete Portal, responsable de una comunidad cristiana en Manenberg, Cape Town (Sudáfrica). Se titulaba “Presencia y pobreza: Justicia”. Planteaba si era posible sentir el gozo de la presencia de Jesús en medio de una realidad de pobreza e injusticia social. Comenzó haciendo un esbozo de la situación social de Sudáfrica después del apartheid, mostraba un mapa de Cape Town en el que se representaba la concentración de población atendiendo a la raza; la localización y separación era más que evidente. Por supuesto, Manenberg se situaba en una de las zonas de mayor concentración de africanos. Resultaba sobrecogedor oír a una persona joven, casado y con un niño pequeño, contar cómo cada día se desp
ide de su familia siendo consciente de que a lo mejor no volvía a verles… Y todo porque sintió que el Señor le llamaba a vivir con los últimos.

Por la tarde vino Andy Hunter, DJ y productor que ha trabajado en numerosas películas de Hollywood, shows de televisión y videojuegos. Se encargó de la sesión de la tarde y nos mostró su último trabajo. Consistía en un montaje de vídeo, música y voz, de aproximadamente una hora de duración en el que teníamos la oportunidad de encontrarnos con Dios. Nos dijo que éramos libres de dormir, bailar, saltar, estar sentados…  A mí me gustó mucho, tuve un momento de encuentro con el Señor, especialmente mirando uno de los montajes de video. Sentí que el Señor me decía que deseaba que estuviese con Él en todo momento, que viviera en su presencia cada instante del día, fue muy chulo.

Después seguimos con los talleres. Me gustó sobre todo el que se llamaba “Money, money, money”. Lo impartía Mike Andrea, un hombre que trabaja con jóvenes en barrios suburbiales en Inglaterra. En él se habló de que la generosidad llama a generosidad, de dar lo que tenemos, de que Dios siempre nos sorprende y que es necesario hacer actos de fe lanzándonos a aquello que creemos que el Señor nos pide, aunque no tengamos recursos, porque una vez dado el paso Dios nos bendice con su providencia. Mike así lo había experimentado una y otra vez.

Por la noche había una fiesta en el Escorial, incluía canapés, bebida, baile flamenco y subasta de bolsos que habían decorado los asistentes para recaudar fondos destinados a diferentes proyectos. Estuvo divertido.

Al día siguiente, Pete Greig se encargaba de la charla que ponía fin al encuentro. Se centraba en explicar por qué situarnos en la presencia de Dios era tan importante. Nos contó que la historia del Presencia era la historia de la Humanidad. Que la historia de la salvación pasaba por la nostalgia que Dios sentía por su pueblo. Por eso plantó su tienda en mitad del campamento y caminaba delante de ellos. Por eso mandó a Jesús, la presencia definitiva de Dios entre nosotros y por eso una vez hubo ascendido envió al Espíritu Santo. Nos recordó con cuánta facilidad nos olvidamos de Dios cuando nos sentimos bendecidos y la implicación que esa presencia supone en la vida diaria de cada uno. La misión de llevar a Jesucristo: “mientras no vayáis a los lugares oscuros, seguirán oscuros; la gente rota, seguirá rota; id y llevad esperanza”. Dios ama su creación y quiere llenarlo todo con su presencia. Hasta que llegue el final de los tiempos y la creación sea renovada y llena de Él, cada unos de nosotros somos portadores de esa presencia en este mundo.

Aunque en el retiro la representación católica era muy pequeña, puesto que sólo estábamos nosotros y dos miembros de la comunidad de Loretto en Austria, la dimensión ecuménica se fue haciendo más evidente a medida que avanzaba el encuentro. Cuando Pete Greig explicó que las salas 24/7 en las parroquias se hacen delante del santísimo, lo hizo con respeto y admiración sinceros. Pero no sólo él, la gente que conocimos nos acogió muy bien y nos hicieron sentir como en casa. Además, en su lenguaje y en su visión la unidad de los cristianos está integrada con mucha naturalidad, sienten que tenemos un tronco común. De hecho el próximo año en el que 24/7 cumple 15 años, lo celebrarán en la Catedral de Viena, junto al Cardenal Christoph Schönborn, que envió un vídeo expresando su alegría e invitándonos a participar y encontrarnos allí.

“Presencia” ha sido una gran experiencia. Siempre es bueno salir y conocer. Se desarman ideas preconcebidas y, generalmente, te llevas gratas sorpresas. Hemos disfrutado de la convivencia entre nosotros y con hermanos evangélicos y hemos descubierto que 24/7 es mucho más que salas de oración.

Dolores/Arantxa